viernes, 13 de julio de 2018

INSTRUCCIONES PARA MODIFICACIONES TÉCNICAS EN VEHÍCULOS ESPECIALES

Os propongo un pequeño juego. 

Extraigo un fragmento de unas instrucciones para realizar unas modificaciones en unos camiones. Aparentemente, no tienen demasiado interés si no es a nivel técnico, pero leed con detenimiento y opinad libremente.
No pongo el lugar, ni la fecha de origen de este texto para no dar pistas, pero si no veis nada extraño ni llamativo en este fragmento de un simple manual de instrucciones os invito a que leáis al final del texto para sacaros de dudas.


CAMBIOS A EFECTUAR EN LOS VEHÍCULOS ESPECIALES ACTUALMENTE EN SERVICIO EN (……aquí se mencionan algunas ciudades centroeuropeas…)   Y EN LOS QUE ESTÁN EN CONSTRUCCIÓN.


“97.000 piezas han sido tratadas por los tres vehículos en servicio sin incidentes mayores.  Sin embargo, teniendo en cuenta las observaciones hechas hasta hoy, los siguientes cambios técnicos se imponen:
-La carga normal de los camiones es generalmente de 9 a 10 piezas por metro cuadrado. En los vehículos Saurer, que son muy voluminosos, la utilización máxima del espacio no es posible.  No a causa de una sobrecarga eventual, sino porque un cargamento hasta la capacidad máxima tendría repercusiones sobre la estabilidad del vehículo. Una disminución del espacio de carga parece por lo tanto, necesaria. Sería indispensable reducir ese espacio de un metro en lugar de tratar de resolver el problema, como se ha hecho hasta ahora, disminuyendo el número de piezas por cargar lo que acarrea la desventaja de un tiempo de funcionamiento más largo, pues el espacio vacío también debe llenarse de óxido de carbono.  En cambio, si se disminuye el espacio de carga, cargando completamente el vehículo el tiempo de funcionamiento puede reducirse considerablemente.
Los constructores de la máquina nos dijeron en una ocasión, que reducir la parte trasera del camión acarrearía un desequilibrio indeseable. El tren delantero, según ellos, estaría sobrecargado. Pero, en realidad, el equilibrio se restablece involuntariamente por el hecho de que la mercancía cargada muestra, durante el funcionamiento, una tendencia natural a acumularse en las puertas traseras, y termina, al final de la operación, depositada sobre todo en ese lugar.  De esta manera, no se produce ninguna sobrecarga en el tren delantero.”

Como segunda parte del juego os doy algunas pistas para que volváis a leer el texto con otros ojos:  
- Las instrucciones son enviadas desde Berlín, a 5 de junio de 1942.
- Las ciudades centroeuropeas omitidas son Kulmhof y Chelmno
- Sólo necesitáis sustituir “piezas” o “unidades” o “mercancía” por … “judíos, gitanos, rusos, polacos, etc…”

Obviamente estamos hablando de los pasos que se efectuaron durante la Segunda Guerra Mundial  y que desembocaron en  el asesinato masivo de judíos y otros colectivos en los campos de concentración y exterminio.
Antes de desarrollar el ZYKLON-B que permitiría el exterminio masivo en cámaras de gas tal y como las conocemos hoy, en sus comienzos, el método usado era modificar camiones para que los gases de escape sean reintroducidos en la caja de carga. Se llamarán GASWAGEN.

Recogían varias docenas de presos que eran subidos a estos “camiones de la muerte” y recorrían una distancia prudencial hasta asegurarse que todos habían fallecido. El final del recorrido eran las fosas comunes o los hornos crematorios.
Este fragmento de texto eran instrucciones para realizar pequeñas modificaciones a los camiones tras haber efectuado pruebas. “Piezas, unidades, mercancía cargada…” así llamaban los nazis a los presos que iban a ser ejecutados de esta forma.

En estas “instrucciones” se explica que en los vehículos más voluminosos al no poder usar todo el espacio “para mercancía” por un problema de estabilidad, lo que debe hacerse no es reducir la carga, sino el espacio. Si se reduce la carga, al existir más espacio y con ello oxígeno, tardan más en morir con lo que se desaprovecha el tiempo y los recursos. Tan crudo como eso. También explica que pese a la gran cantidad de carga, el tren delantero no se verá afectado ya que tienen la experiencia de que los fallecidos se agolpan en la parte trasera más cerca de las puertas del camión.

Unas segundas instrucciones que aparecen en el mismo escrito indican que ha de protegerse la iluminación, ya que las bombillas sufren bastante deterioro debida a los traqueteos, ya que es necesaria  en un primer momento, para evitar el pánico y con ello cueste cerrar las puertas, y para evitar los gritos; pero sólo en los primeros instantes, después la iluminación ya es innecesaria. También menciona que durante el “funcionamiento” y especialmente para el vaciado y limpieza de “la carga” es necesario que existan unos sumideros con sifón, de unas medidas determinadas, en el suelo del camión para evacuar fácilmente los fluidos que emanan de los cuerpos.

Este texto lo he extraído del documental “Shoah” de Claude Lanzmann, estrenado en 1985, que recopila durante cerca de 10 horas de proyección los testimonios  en primera persona de expertos historiadores, víctimas supervivientes, verdugos y testigos del holocausto judío.  Un documental necesario, sin música ambiental que aporte dramatismo extra, sin imágenes de archivo que pretendan  escandalizarnos y sin voz “en off” que pueda “contarnos una historia” manipulando nuestras percepciones. Sólo las palabras de los entrevistados, sus expresiones al recordar –o no querer hacerlo- acompañadas de imágenes en el momento presente de las vidas cotidianas de los entrevistados, y sobre todo, de los lugares, en la actualidad,  que en otros tiempos fueron testigos mudos de la atrocidad y la pérdida de Humanidad.
El documental es horror y poesía en su grado más puro. Es un documental desnudo, sin dramatismos ni edulcoramiento. Es necesario para entender el mundo que vivimos. Son 10 horas que se hacen cortas porque esa sinfonía de testimonios te descubren que en realidad, por muchas películas y muchos libros que hayamos leído sobre el tema, e incluso visitado personalmente los lugares que protagonizaron el horror, como he hecho en mi caso,  en realidad, no sabemos nada.

En tiempos donde se cuestionan nacionalidades, donde nos enfrentamos entre familiares y amigos por ver quién es más patriota de aquello que consideramos nuestra patria, donde preferimos tener razón a tener humanidad, donde además de vencer queremos aplastar, donde nuestra visión del mundo es la única buena y los demás son traidores, donde nuestras diferencias pesan más que nuestras semejanzas, donde "primero los de aquí"... este documental, "Shoah", te enseña a que es importante no olvidar a dónde conduce la intolerancia.

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